Prof Jose Palacios
Coordinador del GIAAS
Prof titular de la Universidad de Coruña
Doctor en Educación Física
JUDÔ AQUÁTICO – é necessário no curso de guarda-vidas?
Definitivamente NÃO.
Aplicar essa técnica é admitir 2 erros graves:
1 – Que você está trabalhando sem flutuador
2 – Que você chegou muito perto e se deixou agarrar pela vítima.
O guarda-vidas é quem controla o ambiente aquático e o resgate, e não a vítima. Ele deve sempre ter o flutuador e não permitir que a vítima o agarre.
Existem problemas ao aplicar técnicas de judô aquático?
Sim, o principal problema é o dano que pode ser causado à vítima.
O guarda-vidas também pode ser ferido pelos movimentos da vítima. Além disso, gasta mais energia que pode prejudicar a eficiência do resgate.
Um guarda-vidas bem treinado tem nível técnico e preparação suficientes para resolver situações adversas sem causar mais danos a alguém que já está em dificuldades.
É comum o guarda-vidas executar técnicas de judô aquático?
NÃO.
O mais frequente é encontrar pessoas que não complicam o resgate, pelo contrário, colaboram e seguem as instruções do guarda-vidas.
No passado, todos usamos o judô aquático, mas após um estudo realizado ao longo de 2 anos (2010 a 2012) com 313 guarda-vidas de 5 países descobrimos que em mais de 11.000 resgates, o judô aquático foi usado em apenas 106 casos (0,9%) e sem maiores dificuldades.
Existem situações complicadas no controle de vítimas?
Sim, em algumas ocasiões, o guarda-vidas pode encontrar pessoas em pânico, ou com processos complicados por álcool ou drogas, que não colaboram, não conseguem raciocinar e podem impedir ou atrasar o resgate.
Nesses casos, é necessário que o guarda-vidas demonstre ser o profissional que vai ajudar e aplique técnicas simples de “submersão controlada”.
O que são técnicas de “submersão controlada”?
São técnicas muito fáceis de aplicar, que buscam recuperar o controle da situação e manter as vias aéreas da pessoa resgatada acima da superfície da água.
É sempre melhor evitar, porém em raras situações quando o guarda-vidas se vê agarrado, ele submerge levantando a vítima e a rodando, de forma a ficar por traz dela controlando a situação.
É uma técnica que se aprende muito rápido, em minutos e não em horas como o judô aquático.
Qual é a conclusão?
Podemos resumir em 5 pontos:
1 – Aplicar judô aquático é admitir que o guarda-vidas cometeu erros ao se aproximar da vítima, sem uso de flutuador.
2 – O judô aquático pode ferir a vítima e o próprio guarda-vidas.
3 – O judô aquático é uma técnica muito rara de ser utilizada.
4 – Em caso de ser agarrado por um afogado, é mais eficiente e seguro aplicar técnicas de “submersão controlada”.
5 – Técnicas de “submersão controlada” são aprendidas e dominadas muito facilmente e em menos tempo de treinamento.
ESPANOL
¿Las técnicas de zafaduras son necesarias para los guardavidas?
Rotundamente NO. Admitir la necesidad de zafaduras es admitir dos graves errores del guardavidas: el primer error es que hace el rescate sin material y el segundo es que se deja agarrar por la víctima. El guardavidas es quien controla el medio acuático y el rescate en todo momento, y no la víctima. Lleva material, lo utiliza bien y no permite que la víctima le agarre.
¿Hay problemas al aplicar técnicas de zafaduras por los guardavidas?
Sí, el principal problema es el daño que se puede ocasionar a la víctima: torsiones violentas pueden provocar graves lesiones. El guardavidas también puede salir lesionado por los movimientos de la víctima. Y, además, gasta más energía y se produce incertidumbre e inseguridad en la situación. Un buen guardavidas tiene el suficiente nivel técnico y de preparación para solventar situaciones adversas sin hacer más daño a alguien que ya lo está pasando mal.
¿Es frecuente que los guardavidas realicen técnicas de zafaduras?
De nuevo rotundamente NO. Lo más frecuente en el medio acuático es encontrar personas que no complican el rescate, incluso, al contrario, ya que suelen presentar conductas colaboradoras y que siguen las indicaciones del guardavidas. Antiguamente nosotros también usábamos zafaduras, pero después de un estudio realizado entre los años 2010 y 2012, con 313 guardavidas de 5 países y una media que superaba los dos años de trabajo, comprobamos que en más de 11.000 rescates, solo se utilizaron zafaduras en 106 casos (0,9%) y sin ninguna dificultad añadida.
¿Hay algunas situaciones complicadas en el control de víctimas?
Sí, en algunas ocasiones, el guardavidas puede encontrarse con personas en pánico, o con procesos complicados por alcohol o drogas, que no colaboran, no son capaces de razonar y pueden dificultar o retrasar el rescate. En estos casos es necesario que el guardavidas demuestre que es el profesional que va a ayudar y, como mejor medida ante cualquier agarre o descontrol de la persona en pánico, aplica las técnicas de sumersión controlada.
¿Qué son las técnicas de sumersión controlada?
Son técnicas muy fáciles de aplicar, que buscan recuperar el control de la situación y mantener las vías respiratorias de la persona rescatada por encima de la superficie del agua. Siempre es mejor anticiparse y, en cuanto el guardavidas ve que la víctima le va a agarrar, se sumerge para evitar la situación adversa y, después, pasa a un control total de la persona girándola o situándose a su espalda. Si el guardavidas ya ha sido agarrado, debe ejecutar la maniobra de sumersión con la mayor velocidad posible para no dar tiempo a una reacción contraria de la víctima. Es una técnica que se aprende y domina en muy poco tiempo, en minutos y no en horas como las zafaduras.
¿Cuál es la conclusión?
La podemos resumir en 5 puntos:
1 – Las zafaduras es admitir que el guardavidas tiene errores: no usa material y se deja agarrar.
2 – Aplicar zafaduras puede lesionar a la víctima y al propio guardavidas.
3 – Las zafaduras son técnicas muy poco frecuentes y necesarias en la realidad.
4 – Ante cualquier situación descontrolada es más eficaz y seguro aplicar técnicas de sumersión controlada.
5 – Las técnicas de sumersión controlada se aprenden y dominan con más facilidad y en menor tiempo de formación.